El Informe de Tendencias Mundiales cita que hay 79,5 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo, 26 millones de ellos refugiados. El Brasil se cita de manera prominente, pero también es el objetivo de las colecciones
Por Rodrigo Borges Delfim
Traducion Natália Valverde
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A pesar de los llamamientos de las Naciones Unidas (ONU) y de una de las mayores crisis humanitarias de nuestro tiempo, la situación en Venezuela está lejos de ser un consenso global sobre el refugio. Y este limbo está claro en la última edición del informe Tendencias Globales, publicado anualmente por el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y publicado este jueves (18).
Según el estudio, que ofrece una visión general de los desplazamientos forzosos en el mundo, 79,5 millones de personas se encontraban en esa situación a finales de 2019. De ellos, 26 millones son considerados refugiados de facto – porque se trasladaron a otro país en busca de protección.
Estos 26 millones, sin embargo, no incluyen los 3,6 millones de venezolanos que el ACNUR cuenta en su total mundial de desplazamientos forzados. Aparecen en una categoría separada llamada “venezolanos desplazados globalmente”. El informe también incluye 93.300 venezolanos como refugiados reconocidos y 794.500 como solicitantes de refugio.
“Hay una divergencia entre los países que más acogen a los venezolanos por su condición de refugiados o no. Por eso el ACNUR consideró prudente crear una categoría específica”, explica Miguel Pachioni, portavoz de la agencia de la ONU en São Paulo, sobre la clasificación del país sudamericano en el informe.
Incluso en una clasificación separada en el informe, los venezolanos representan la segunda población de desplazamiento forzado más grande del mundo (3,7 millones), detrás de Siria solamente (6,6 millones).
¿Cartagena o Ginebra?
Sin embargo, en mayo de 2019, la ONU emitió una declaración en la que recomendaba a la comunidad internacional que reconociera a los venezolanos como refugiados. Este es un llamamiento que todavía encuentra una fuerte resistencia, como muestra el actual informe del ACNUR.
El organismo señaló en su momento que, para ciertos perfiles de venezolanos en situación de riesgo, se aplica la Convención de Refugiados de 1951. Sin embargo, señaló que la mayoría de esta población desplazada necesitaría una protección internacional basada en criterios más amplios como los establecidos en la Declaración de Cartagena (1984).
La ley de refugiados del Brasil – Ley 9.474/97 – sigue el entendimiento de la Declaración de Cartagena y prevé la concesión de la condición de refugiado a toda persona que huya de un país en situación de violación grave y generalizada de los derechos humanos. Sin embargo, gran parte de la comunidad internacional no ha aceptado aún esta definición más amplia de refugiado.
“Los venezolanos son un claro ejemplo de que hay una linea suave entre refugio y migración. En Brasil está muy claro que los venezolanos deben ser considerados como refugiados, pero en el mundo no hay consenso sobre esta situación”, dice la investigadora Patrícia Nabuco Martuscelli, doctora en ciencias políticas de la USP y especializada en temas de migración y refugio.
La investigadora también considera que esta falta de consenso no se da sólo con los venezolanos. “En Suiza, por ejemplo, los sirios no son reconocidos como refugiados.
En el informe del ACNUR también se citan formas complementarias de protección de los venezolanos que han sido adoptadas por diferentes países -incluido el Brasil-, como la residencia temporal y otras formas de regularización de la migración.
Brasil en el mapa mundial del refugio
Entre otros aspectos destacados, Global Trends sitúa a Brasil como uno de los países protagonistas en el tema del refugio y cita el reconocimiento en bloque de los venezolanos como una buena práctica.
Los venezolanos representan el 88 por ciento de los 43.000 refugiados reconocidos por el gobierno brasileño, según los datos publicados el 8 de junio por el Comité Nacional para los Refugiados (Conare). Estos datos fueron apalancados por las opiniones del colegiado que reconoció, en un momento dado, las solicitudes de unos 38.000 venezolanos entre finales de 2019 y principios de 2020.
Estos datos hicieron que el Brasil, por segundo año consecutivo, fuera el sexto país que recibió más solicitudes de refugio en el mundo (82.500) y el tercero de América, sólo por detrás de los Estados Unidos y el Perú.
Solicitudes de refugio pendientes
El informe también cita que hay al menos 363.600 personas en el país “en la esfera de interés” del ACNUR. Esta cifra incluye por lo menos 207.000 solicitudes de refugio aún pendientes con el gobierno a finales de 2019.
“El Brasil es uno de los países más destacados en relación con esta población y sigue siendo un actor importante, un hito para la región y para el mundo. Pero no basta con reconocer un solo país, no puedes olvidar las otras nacionalidades”, reflexiona Pachioni. Se estima que en las solicitudes de refugio aún pendientes en el Brasil están representadas personas de al menos 80 países.
“Obviamente, se reconoce la buena práctica de garantizar el refugio a los venezolanos. Por lo menos en este momento [Brasil] está haciendo lo mínimo. Pero tenemos esta brecha en nuestro proceso de refugio”, añade Martuscelli.
Además de los reconocimientos en bloque, Conare también decidió en febrero pasado cancelar las solicitudes de refugio de los que ya han obtenido permisos de residencia en el país con arreglo a la Ley de Migración. Algunos investigadores consideraron esta medida como una forma de acelerar la tramitación de las solicitudes. Pero también es fuertemente criticado por otros expertos por representar un debilitamiento del refugio como elemento de protección intern