La inclusión de los inmigrantes en las discusiones y la ejecución de acciones se señala como una de las formas de responder no sólo al Covid-19, sino también a otras demandas
Por Rodrigo Borges Delfim
Traduction por Natália Valverde
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Ya sea en actos colectivos o individuales, se han destacado las acciones lideradas por inmigrantes y refugiados en São Paulo en respuesta a la pandemia de coronavirus.
Así pues, esas movilizaciones muestran su fuerza y valor, al tiempo que ponen de relieve las lagunas sociales y políticas en la atención y las formas de participación social de esta población.
La inclusión de los inmigrantes en los debates y la ejecución de estas respuestas, inclusive, se señala como una salida no sólo para tratar la cuestión de Covid-19, sino también para otras demandas diversas.
De las canastas a las campañas
Uno de estos grandes ejemplos ocurrió el domingo pasado (3), promovido por la ONG África do Coração en el barrio de Santana, zona norte de São Paulo. Fundada y compuesta por inmigrantes y refugiados, la entidad promovió una acción social con 360 familias de 17 nacionalidades diferentes, que viven en una ocupación en la región, con el apoyo de la Cruz Roja y el Proyecto Parabéns.
Además de la distribución de cestas de alimentos y kits de higiene, el grupo ayudó a los inmigrantes con sus solicitudes de ayuda de emergencia y dio consejos sobre la prevención del coronavirus.
“El trabajo de una hormiga lleva mucho tiempo, pero marca la diferencia”, dijo Jean Katumba, presidente de la ONG África do Coração, a través de Facebook, al hablar de la acción y agradeció el apoyo recibido.
Otra acción social ya había sido liderada por África do Coração, el 11 de abril, en la distribución de cestas de alimentos básicos y kits de higiene cerca de la sede de la ONG en el centro de São Paulo.
La ONG, junto con representantes en otras ciudades brasileñas, también dirige la campaña ““SOS Solidariedade para refugiados e imigrantes”, que tiene por objeto sensibilizar a la sociedad brasileña sobre la situación de vulnerabilidad en que vive una gran parte de esta población en medio de la pandemia.
Además de esto, África do Coração ha llevado a cabo otra campaña reciente, en la que ha concienciado a la población migrante de la necesidad de mantener el aislamiento social como forma de detener la propagación del coronavirus.
Varias campañas
Afortunadamente, las acciones de África do Coração y las asociaciones que logra articular no son ejemplos aislados, a pesar de las dificultades que experimentan los inmigrantes en general.
La comunidad boliviana, la mayor entre los inmigrantes de São Paulo, también ha promovido acciones y articulado alianzas para mitigar los efectos de la pandemia.
A través de la campaña Bolivia Solidária, se han distribuido cientos de cestas de alimentos a familias en condiciones sociales vulnerables. La campaña es llevada a cabo por voluntarios independientes o miembros de varias asociaciones y colectivos de la comunidad boliviana (véase la lista completa aquí).
Dentro de la comunidad boliviana existe otra acción, Voluntarios por Amor, que también recoge y distribuye cestas de alimentos básicos y proporciona información de prevención a Covid-19, el nombre del nuevo coronavirus.
La cuenta también incluye varias campañas de recaudación de fondos, promovidas por colectivos de inmigrantes, que se revertirán a las familias más afectadas por la pandemia. Y también acciones individuales, como las entregas de comidas promovidas por la pareja siria Talal Al-Tinawi y Ghazal Baranbo, y también por Razan Suliman de Siria.
Cruzando las fronteras
Desde mediados de marzo, cuando se incrementaron las medidas de aislamiento social para frenar el Covid-19, al menos 50 acciones -especialmente en el estado de São Paulo- han sido dirigidas o han contado con la participación activa de los inmigrantes.
Estos datos están contenidos en la plataforma COVID-19 y Solidaridade Migrantes (acceda aquí), mantenida en colaboración por el Foro Internacional Fontié ki Kwaze – Fronteiras Cruzadas, una red de trabajo socio-técnico con sede en la USP, y por la Cátedra Sérgio Vieira de Mello de la Unicamp (Universidad de Campinas).
“El mapeo inicial muestra el gran potencial de la organización autónoma de la población, con énfasis en las organizaciones de los propios migrantes como África do Coração, la União Social dos Imigrantes Haitianos y el Centro da Mulher Imigrante e Refugiada (CEMIR). Y la creación de redes con organizaciones y entidades de derechos humanos, como sindicatos, iglesias y universidades, que tiene un papel fundamental”, explica la abogada de migración Karina Quintanilha, candidata al doctorado en sociología de la Unicamp.
La idea de la plataforma es ampliar esta recopilación y registro de información a las actividades que se realizan en otras regiones del Brasil y en el extranjero. Ya se mencionan, por ejemplo, las movilizaciones en Portugal y México.
“Es bueno recordar que se trata de una plataforma de colaboración, muy simple, que permite a cualquiera incluir nuevas acciones, y tiene como objetivo dar visibilidad y ampliar las conexiones entre las redes de solidaridad, incluso a nivel internacional”, dice Karina.
Articulación urgente y necesaria
Si bien muestran la capacidad de organización de esta población, tales acciones dejan aún más expuestas las brechas que deja el poder público en el área social. Y también destacan la necesidad de una mejor articulación entre las instituciones de la sociedad civil.
“Estamos en un momento que toma a todos por sorpresa. Y falta diálogo, articulación y apertura del poder público para discutir estas propuestas [en respuesta al Covid-19]”, dice Fabio Andó Filho, coordinador del Proyecto Cánicas, que trabaja para apoyar a la población migrante.
La confusión de la información relativa a la concesión de asistencia de emergencia, especialmente en relación con los inmigrantes indocumentados y las personas en la calle, según Fabio, fueron claros ejemplos de esta falta de articulación, ya sea a nivel municipal, estatal o federal.
“En la crisis es evidente que estos sectores no están dialogando”, añade.
La falta de articulación entre el poder público y la sociedad civil también es señalada por la trabajadora social peruana Soledad Requena, coordinadora del Centro de Mujeres Inmigrantes y Refugiadas (CEMIR)
“Sin articulación, no tenemos forma de saber si estamos o no duplicando esfuerzos. Necesitamos dialogar y coordinar acciones, especialmente en este momento de pandemia”.
Más poder y peso para los inmigrantes
Una forma de ayudar a cerrar estas brechas en medio de las políticas relativas a la población migrante sería incluirse en los procesos de debate y aplicación de dichas medidas.
“Es importante tener interlocutores en cada comunidad de migrantes, para que la información les llegue más directamente. Y también para incluir a los líderes inmigrantes en las discusiones”, señala Soledad. Tales personas, dice, no sólo están en instituciones formales, sino también en colectivos culturales, equipos de fútbol e iglesias.
Además de apoyar a los líderes inmigrantes locales, Fabio sugiere un mayor peso en la administración pública para los espacios institucionales que ya existen en la capital paulista, como el Consejo Municipal de Inmigrantes (CMI).
“Creo que tiene que fortalecerse, dar más poder a este tipo de espacio”, ejemplifica el coordinador de Cánicas.
En funcionamiento desde octubre de 2017, el Consejo está previsto en la Política Municipal para la Población Inmigrante de São Paulo. Y pretende ser un espacio de diálogo y representación de las comunidades y asociaciones de migrantes vinculadas a la cuestión en la gestión pública de São Paulo.
